MAR, EL VIENTO QUE HE SIDO
Es el mar que va en el viento
Y rueda como lágrimas orientales
En inútil travesía
Música voluntaria que he sido
Sin objeto
Escasa lucidez que absuelve y repite
Mi único corazón.
DOTCE FAR NIENTE
Sólo una línea de la mano
Recibe su dolor.
Divididas la ruina y la caricia,
El ocio
Nos permite ser eternos.
AB IRATO
Cara o cruz se desean la vida
Y la muerte
Y muy cercano el bien de las cosas
Volverá a alcanzarnos
Sin condición o enigma del olvido.
La ira es otro miedo.
El tiempo merece
Su rutina
En lo humano de sí mismo.
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© Hernando Socarrás